Pedro nos deja este jardín luminoso, sigue siendo el pintor de los 80, con todo lo
que esto significa, pintura-pintura. De 1978 a 1988, década en la que Garciarias
estructura su técnica y la desborda, es la década de los isomorfismos, a todo
tren. Veamos qué piensa de este último año.
U N J A R D Í N
L U M I N O S O P A R A U N A
T I E R R A D E S O M B R A S
Hacer balance del trabajo de un
año, amigos, me supone análisis, objetividad, ser crítico con los resultados y
a la vez no perder positividad. He tenido tiempo para trabajar y eso es una
alegría. También saber captar las
señales de los temas que están en
camino y estar atento a los
procedimientos para desarrollarlos bien.
El año 2013, si lo adjetivo, diría que fue un
tiempo benigno, aunque con las dentelladas de la salud y la edad, la crisis
mundial, el nuevo IVA que nos afectó de lleno a todos en el mundo del arte. Las crisis personales, de crecimiento
interior, no las incluyo “entre las dentelladas” porque han sido muy positivas…la
luz en la verdad siempre viene bien, como anillo al dedo, aunque en un primer
momento suponga una sacudida que, si hay letargo, espabila y saca al más
dormido de lo que podríamos llamar: la cómoda somnolencia.
En su Histoire de L’Art, Élie Faure, 1921, afirmaba que, al final de su vida a Velázquez
ya no le interesaba pintar las cosas, sino lo que había entre ellas, recuerdo,
también, que Monet escribió algo parecido, “no pinto las cosas sino la relación
que hay entre ellas y yo”. Estas son las palabras de Faure: “ Erraba a través
de los objetos con el aire y el crepúsculo, sorprendía en la sombra y la
transparencia de los fondos las coloreadas palpitaciones que convertía en el
centro de su silenciosa sinfonía”.
La serie de “Las últimas rosas”,
“La porte delle Muse”, las nuevas pinturas de “cipreses”, continuación de la
serie iniciada en 1986, el conjunto de
acuarelas para” iluminar” las 137 escenas del
“Platero y yo” de JRJ con motivo del centenario de la obra. “Los sonidos caligrafiados”, un nuevo
recuerdo-homenaje a mi músico del alma, Olivier Messiaen, en papel japonés y
tela. Los dos frisos s/ un poema de
SuDongPo para Margarita Ferrer Hurí y los paisajes del "color del alba", en
Yegen, la Alpujarra granadina, que se
expondrán en Octubre. Ha sido la primera vez que he pintado la noche, en el
momento de la aurora, con sus azules violáceos. Representar el élan del medio
que me rodeaba, sin palabras, con la poética del gesto no retocado como
enseñaron los pintores japoneses. Por
eso he traído las palabras de Faure y Monet.
¿Por qué el paisaje?, se estarán
preguntando los amigos del blog.
Este verano, por primera vez en
mi vida, “ví” al sonido reverberar de un lado al otro, oír com o el aire
chocaba con las piedras bajas de los balates y hacía música, silbaba, movía las hojas de
los chopos, sonidos y mil sonidos en cada paseo al amanecer, y ¡el canto de los
pájaros!. Cómo atravesaban los valles de
ese mar de nubes bajas desde el Cerrajón de Murtas a Yegen. Para más fortuna
mía encontré el texto de un poeta chino describiendo cómo el canto de un grillo
impregnaba las piedras. Lo que me confirmó: Pedro, no estás equivocado.
Que iba cantando bajito aquello de
“all’alba vinceró!”, es verdad. Cerraba, un momento, los ojos para
recoger toda la energía del sol naciente y agradecía ser testigo de lo que
estaba sucediendo. Abiertos los ojos me daba cuenta que el color de cada
amanecer era distinto; comenzaba mi andadura unos veinte minutos antes de la
salida del sol en el horizonte; el mar estaba a unos 34 kms y la carretera a
1080 mts sobre el nivel del mar, por eso tenía la impresión de estar en un
mirador: “desde estas altas rocas innombrables pudiera verse el mar”, así
escribía el poeta granadino Pablo del Águila, muerto muy joven pero eterno en
sus versos, la altura y el mar. Una de las telas que llevo a la exposición
recoge este impacto.
Los que están acostumbrado a mis
colores incendiarios tendrán que adaptar su mirada, no los encontrarán: estoy
pintando la noche y el color que el sol naciente va descubriendo desde la
tierra: ocres, sienas de varias gamas, verdes agrisados, gris plomo y los tonos
caliza, la huella de los cortijos encalados, y claro, ¡los azules del alba!, el color
turquesa de las corrientes de aire y ese rayo verde que el sol regala durante
unos instantes, y que inspiró el guión
de una célebre película francesa, solo una vez pude verlo pero suficiente para tomar nota y
dejarlo en una de las telas.
Durante este 2013, me acompañó la
música. Además de Lecuona, Brouwer,
Mendelssohn, el obligado Boccherini, ¡cómo no!, y la Callas que siempre
acompaña.
Pero Messiaen con sus Trois petites liturgies de la
présence divine y Sept haïkaï., Elgar y
los cello concerto, Charles Ives y la cuatro sonatas., marcaron la primavera
hasta el otoño.
El offertorium de Sofia
Gubaidulina quedó en mi serie de las rosas.
Ahora recomiendo: Toshio Hosokawa
y los cuartetos de cuerdas, imprescindibles para 2014. Han aparecido en NEOS,
creo que es un sello nuevo, del BBVA, que sustituye a otro, no recuerdo el
nombre ahora pero era bien conocido.
Y en cuanto a poesía recomiendo a
Carmelo Sánchez Muros, “en renuncia de eros”, editado por ed.PortRoyal-poesía,
Granada, 2013, con una magnífica portada. Es el mejor poemario que he leído
desde 2000. Lo aseguro. Voy, por la relectura once…y las que vienen. Es el
poemario del grito antes del éxtasis. Buscad este libro. Una joya. …llego al Jardín, y toda rosa es un presagio, como escribía
Rilke, abro sus puertas, las dejo
abiertas, de par en par, ¡el apogeo de las rosas!, tras sus tapias sigue
gritando la peste. Seguirá abierto por si alguien quiere refugiarse en él. Abro
un jardín desde el cuadro. Aquí solo hay vida. Vida, y nada más que vida."
Lo decía Octavio Paz: el jardín, el cuadro,
música y poesía abren los ojos y el
alma, la mente y los sentidos y así iluminan la historia. Todo esto es una
energía imparable que nos han enseñado a ver y que ya nada es como antes: ya nadie ve los almendros como antes de que
Van Gogh los pintara porque él ha dirigido un código y la mente ha aprendido a
ver a través de él. Esto ha pasado con todos los artistas que han dejado un clave auditiva, visual o táctil. Son un
punto de partida para una transformación y esto está previsto por su misma
dinámica. No olvidemos que es un jardín donde se oye la voz de Dios, quizás es
una canción, la traducción más conocida, “oí tu ruido en el jardín…”, no es tan
exacta, me lo dijo un biblista de Comillas, la raíz que aparece en el texto
inspirado evoca lo gutural, ¿qué es lo que se oía?, ¿la canción de Dios?, ¿el
habla?, ¿su música?,¿el viento?, quizás
el paraíso del Génesis, aquel jardín en Edén, creado para la dicha de todos,
siga vigente como un reto. ¿qué paraíso habríamos habitado de no haber sido por
aquel primer crimen entre hermanos?
En una de sus últimas cartas, 17 Octubre 1991,
Octavio Paz escribía que las dos artes supremas de la verdadera civilización
fueron la conversación y el jardín.
Por eso decidí abrir un jardín
desde el cuadro, toda mi obra, en este jardín,
ha sido una forma de denuncia, desde mi soledad elegida, casi de cartujo
laico, todo éxodo es una denuncia, mi soledad sonora que habla por si misma y
los amigos la oyen. Ha sido mi reacción al horror de ser y habitar en medio de
tanta barbarie humana y no en la fraternidad de todos. Cuando reflexionemos
sobre el s. XX, señaló M.Luther King que no nos parecerá lo más grave las
fechorías de los malvados sino el silencio de muchas personas. Haber callado.
Hay otros testimonios, como el de la gran Marina Tsvetáieva, “para no ser
culpables en un mundo guiado por la falta de principios, la hipocresía y la
crueldad, es necesario convertirse en un dedo que señala”.
Existe una tendencia a banalizar
el mal, los grandes crímenes de la humanidad que todos conocemos no tienen una
base irracional, no son obra de locos sino que están perfectamente pensados y
organizados por una insaciable ansia de poder sobre los cuerpos, mentes y
espíritus de otros; intentan trivializar el mal para anestesiar la culpabilidad
moral y recurren a justificaciones
increíbles de sus crímenes. No les importan y justifican el mal por una buena
causa. Vemos los gobiernos de las dictaduras, la violencia de las armas y los
escandalosos homenajes a los violentos y miran para otro lado. Este mal
comienza cuando se da cobertura intelectual, se aplaude y se admite un partido
y se le agrupa bajo el signo de los enviados, como si aquí no ocurriera nada.
Pero todas LAS ARTES SE UNEN PARA
LUCHAR por la fraternidad amenazada, contra las sombras que amenazan su jardín.
Pintan, construyen hacen música, danzan,
hacen poesía y teatro, piensan, escriben
para que los ojos de la mente se abran. Dentro de doscientos años poco
quedará de la memoria de los violentos pero nadie olvidará la obra de los
poetas, por citar un grupo, que no dejaron caer las manos de muchos. Asistir a
conciertos y ver a los jóvenes músicos que vienen de países enfrentados.
Levantando el sonido de la paz y los nuevos tiempos. Esto sí que construye. Son
fosos de orquesta llenos de luz que nos permiten atravesar el vacío y salir de
una tierra de sombras.
Otra de las decisiones del 2013, que
será discutible , ya conozco a uno al que aprecio y que no me la acepta pero
respeto su punto de vista y fue la de
ponerme en guardia contra modas de opinión y mercado del arte. Otro éxodo más.
Nos justifica la libertad para crear, gustemos o no, nos acepten o no. Hace
poco leí una tesis doctoral sobre el significado del triunfo en el mercado del
arte, terrible, analizaba como llegaron al éxito artistas maravillosos como
Monet, Kandisky, Pollock, Rothko y no lo consiguieron por ellos sino porque un
ente, llámese mercado o baremo de precios de consumo los fue situando y
cotizando…y entonces habían triunfado. Dinero, ficción y realidad se hermanaban para
crear un híbrido que no se parecía en nada al autor. No puedo entrar en ese
juego y asumo las consecuencias. Tampoco juzgo al que decide entrar. Escribo de
mí.
Tengo un recorte de prensa, ahora
siento no haber anotado su autor, creo que apareció en Babelia de El País, el
13-7-13, lo transcribo porque expresa mi pensamiento:
“el auténtico creador contempla
por igual el éxito y el fracaso como una misma impostura, entre otras cosas
porque no logra identificarse con ellas. También es cierto que cuando, en
nuestra época, el otrora revolucionario burgués trocó lo íntimo en privado,
empezó a borrar la última huella de esa libertad que consiste en no ser
identificado con el poder o, lo que es lo mismo, en identificarse con él. Así
pues, ahora ese sueño liberador solo halla refugio en el arte, si bien muchos
de los llamados artistas en la actualidad prefieren ser agentes de la
inquisición institucional, convertirse en estrellas y vender sus productos al
precio que sea para engrosar sus cuentas corrientes privadas, aunque ello
signifique estar enterrando el arte de por vida y ser desterrados por él…”
Por eso, lo más sano para mí, es
esta elección del distanciamiento de todo lo que lleve mérito, nombre, contratos,
marca comercial, identificación de
mercado, autoría en relación a dinero y obra. Y respecto al precio sensato de
un trabajo artístico , me debe solamente permitir la compra de nuevos
materiales de calidad para seguir pintando y nada más.
Retirarse a la soledad para poder
pensar, la soleada senda de los que buscan la sabiduría en este mundo. A esto
aspiraba Platón y después otros muchos, como Sloterdijk en su último ensayo que
os recomiendo. Voy por la tercera lectura.
Respecto a los nuevas series, ya
me conocen…trabajo por series habitualmente. Siento venir la atmósfera
coloreada de… colores de tierra y cielo, todavía no sé qué es pero mi mente” ya
está viendo, como decía Aristóteles, lo que el ojo todavía no ha visto”. Todo
es digno de ser materia. Me vienen ahora a la memoria, los dibujos a crayón de
color de Miró y no sé por qué. Os tendré informados.
El diseño de los Pliegos del azul 2014 ya está
listo. Ya estoy escribiendo los nuevos haikus y el haiga(ilustración) que los
acompañará ya está dibujada. Margarita Ferrer Hurí, gran amiga, me ha regalado
un texto de las Upanisad sobre el alba, la aurora, que incorporaré al texto
nº2.
Termino con la invitación a la
exposición de octubre, la valoración de este año de trabajo sinceramente, os
corresponde, también a algún open studio, cuando quieran, en pequeño grupo, solo hay que llamar y quedar en un día y
hora. Matisse insistía en que un cuadro
solo está terminado cuando el espectador aparece y hay que prepararle un buen
sillón.