Amigos, así va el trabajo, he comenzado los formatos grandes, 4.50x1.50 y 80x110.
"Se sentó en silencio y permaneció así largo rato. Por fin, siempre en
silencio, les enseñó una flor. Nadie comprendió este gesto,salvo una
persona, que sonrió dándose cuenta que no había palabras que pudieran
sustituir a la flor viva. El Buda dijo entonces: este es el verdadero
camino".
silencio, les enseñó una flor. Nadie comprendió este gesto,salvo una
persona, que sonrió dándose cuenta que no había palabras que pudieran
sustituir a la flor viva. El Buda dijo entonces: este es el verdadero
camino".
Colgar la acuarela del rosal, fue algo que me vino a la memoria de un testimonio que oí sobre Miró que dejaba en pleno campo los papeles pintados para examinar si había contradicción entre lo pintado y la naturaleza. Los trazos en negro de la rosa, no se pueden retocar, según los consejos de los pintores chinos, en ese caso, estaría engañando sobre la sinceridad del gesto.Las veladuras en bermellón granate y carmín se mezclan según la técnica "pomo-ipin", se derrama el color sobre la seda húmeda. El color se extiende, el olor nos colorea.La rosa será pintada desde distintas perspectivas y reunidas en una sola.Este es el reto del sueño.Tras el gesto interior y ahora exteriorizado, disciplina, meditación y verdad. Cultivar el rosal en la mente, en el corazón, Fang Yuang decía que el mejor maestro es la cosa en sí misma y no el acuerdo entre artistas,pero que el maestro superior era el ojo del corazón. María Zambrano escribía: silencio, sustancialidad e independencia.Termino con este texto, no tengo su autor, creo que es hindú, es como una despedida:
"si usted quiere ocultarse en la estrella polar, dese la vuelta y ponga las manos detrás de la estrella del ser".
Un saludo,
Pedro Garciarias
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