lunes, 11 de octubre de 2021

En este otoño nacarado de Granada, robo a Federico la adjetivación...

 Queridos amigos del blog, 
 
No soy vago para escribir ni os olvido, la mala o buena salud...que nunca se sabe no me deja
escribir como siempre, he seguido escribiendo los haikus pero entre que no se puede salir con seguridad por las personas que no guardan ni distancia ni usan mascarillas, y el bastón... salgo, la verdad, muy poco, sólo a la compra porque no se lo pediré a los hijos, bastante han hecho en los últimos años de confinamiento. Tengo escritos para dos ediciones, 22 haikus en total, de 11 c/u espero mejores ocasiones para ir a la imprenta que afortunadamente no me olvidan. Ni museos, ni cines, ni a la feria del libro, me quedé con ganas...pero hay que esperar a que todo se aclare por los contagios. Tampoco he podido comprar materiales nuevos porque las tiendas todavía están cerradas y viajar a Madrid para comprarlos, ¡imposible!, por ahora. Los dos rollos de papeles japoneses ni los he abierto porque comprar otros!!! lo mismo miro los envases que son como joyas y los vuelvo a guardar hasta nuevo aviso, espero vivir, yo que le pedía a Dios vivir como Tiziano hasta los 75 años pintando y ahora que estoy en el año 74 de mi vida, me asombra lo rápido que ha pasado el tiempo, sigo pintando y seguiré. 
 
Hace varios años nos encontramos en la Carrera del río Darro, Valentín Albardíaz, magnífico
pintor,  y yo, hablamos de muchas cosas, entre otras de las zancadillas que algunos ponen , y juramos que íbamos a morir pintando. Él lo cumplió, falleció mientras pintaba. Nunca lo olvidaremos. Tampoco olvido a mi buena amiga,  muy buena escritora, Pilar Mañas, desde que se fue a Madrid no la he vuelto a ver salvo en la prensa, su marido, también amigo, fue un gran poeta,Rafael Juárez. Granada se nos oscurece cuando ellos ya no están pero quedan sus libros.
También Elsa y Marc Galle-Dehennin, mis inolvidables amigos belgas y mecenas, el psicoterapeuta holandés Dr. Tom Mulder y su esposa Diny, bailarina clásica que llevaron mis pinturas a Holanda y Francia y a quienes tanto debo, Alfonso Medina, Claudio Sánchez, pintores, si estas personas no hubieran pasado por mi vida con lo mejor de ellos,¡qué distinto Pedro!, en otras palabras: soy la historia de mis amigos. Si les digo gracias me quedo corto y si les envío, y les llega, mi gratitud, al mundo luminoso en que se encuentran me sentiré muy dichoso.
 
Y hablando de bailarinas clásicas, os escribo de Ava ARBUCKLE, brava!, como se grita en los aplausos, con quince años gana el premio Prix de Lausanne 2020 con "the awakening of Flora", variación para solista, para llegar al concurso: sudor, lágrimas y duro trabajo, es lo que hay detrás. En youtube podéis encontrar los videos de su participación y entrega del premio, así como su evolución en el tiempo, creo que ahora está en vísperas de cumplir los dieciocho. Espero siga activa y con la misma decisión. Le he dedicado un pequeño homenaje a su esfuerzo, la serie, "el despertar de Flora", seis formatos de 150x150 sobre papel de algodón de 
300grms en técnica mixta.  Esta música de Riccardo Drigo, con coreografía de Petipa, el tema es mitológico, si no me equivoco de Ovidio, Zephyrus, dios del viento del oeste, encuentra a Chloris, la enamora y le da el poder de gobernar las flores, huertos y plantas, Hermes le ofrece la copa de ambrosía y con este néctar la hace ascender a la inmortalidad y así nace Flora,diosa de la primavera y las flores.
Y hablando de música, un último descubrimiento: Max Bruch, su primera  sinfonía, es de las que dan ganas de seguir viviendo, el III movimiento es el que más me gusta. No dejen de buscarlo, eleva de verdad.
 
Ahora solo tengo mi cuadernillo de apuntes, lo anoto todo por si la memoria me falla, lleno de dibujo, collages y anotaciones breves. Tenemos pensado volver al estudio de la Alpujarra en noviembre, a ver qué pasa, es la tercera vez que lo planeamos y por esta salud tan...lo tenemos que posponer, estoy pensando en dar un último toque a la serie de Flora. Tengo preparado para entonces unos kakemonos sobre el teclado de un piano, estoy pensando en Alfredo Aracil, otro de mis inolvidables amigos y al que cuando envío fotos de los cuadros, o los haikus, le pregunto si hay música en ellos, si me dice que sí...es como aprobar un examen.
En este otoño nacarado de Granada, robo a Federico la adjetivación...sorry, me despido, saludos. 
Pedro Garcíarias