Lo primero esta noche, después de la
inauguración de la exposición, es daros las gracias, de todo corazón,
por la enorme asistencia al acto y son tantos años... y ¡no faltáis a
cada encuentro!
Y una gran sorpresa: la presencia de Dª. María Izquierdo
Rojo,profesora en la Universidad de Granada y a la que debo tanto, ella
me abrió una puerta inesperada: unir lingüística y pintura, los
isomorfismos, sus clases inolvidables y la trascendencia de un
magisterio. Ella no sabía de un alumno en su clase que se sabía pintor y
buscaba descubrir su lenguaje, su imaginario, su propio camino. Y hoy,
soy lo que soy porque ella apareció en mi vida y me abrió algo así como
el oído interior y mi mente. Amiga de mis mecenas Marc y Elsa en el
Parlamento Europeo estuvo muy presente en aquellas conversaciones de
Motril con ellos. Esta sorpresa se la debo a Natividad que está haciendo
su tesis doctoral sobre mi pintura, no me había dicho nada y me trajo a
la Sala a una de esas personas decisivas en mi vida.y todos lo
sabemos: la huella de un buen profesor es imborrable.
También me acompañó al completo la familia de Francisco Morales, el galerista granadino al que esta dedicada la exposición.Vitrina con objetos |
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Pedro Garciarias
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